Existe una inmensa confusión respecto a las creencias y reverencias de los pueblos antiguos. Mal se dice que 'adoraban' al Sol, a la Luna, al trueno, al relámpago. Saber que uno se debe a algo superior es el único signo de superioridad.
Pero lo que determinaba las cuestiones de vida y muerte era básicamente invisible. Un diaguita no podía dejarse llevar simplemente por sus instintos primarios, o por los derechos que le podía dar estar una situación de riqueza y/o poder, porque las Fuerzas y Poderes que lo están mirando son infinitamente más poderosas que él.
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